En respuesta a la emergencia social que resultó de recientes bloqueos de rutas en Bajo Cauca, Antioquía, en el norte de Colombia, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en Colombia, en sociedad con la Asociación Centro Occidental, distribuyeron alimentos para ayudar a las poblaciones de alto riesgo afectadas.
“Ambas organizaciones, ADRA Colombia y su sede regional, estuvieron a cargo de la distribución de alimentos”, dijo Jair Flórez Guzmán, director de ADRA Colombia. “Agradecimos a Dios por las comunidades que colaboraron para recolectar los alimentos distribuidos en este momento difícil”.
ADRA ha ayudado a unas trescientas familias con artículos esenciales de alimento tales como arroz, porotos frijoles y aceite, en los pueblos municipales septentrionales de Zaragoza, Caucasia, El Bagre y Segovia, dijeron los líderes. La distribución se hizo muy difícil debido a los desafíos de seguridad en la zona. Los mineros habían estado protestando para solicitar mejoras en las condiciones laborales, lo que resultó en bloqueos de rutas que afectaron a miles de personas en dos provincias y les impidieron conseguir alimentos, medicamentos y combustible, informaron los medios.
Una persona sonríe al recibir una bolsa de alimentos de parte de un voluntario de ADRA Colombia el mes pasado. [Fotografía: ADRA Colombia]
Aun así, ADRA se las arregló para superar las dificultades y llegar a cientos de beneficiarios. “Cuando se cerraron las rutas, enviamos dinero y alimentos con un conductor que fue escoltado por la policía y el ejército”, dijo Roger González, coordinador de ADRA en la Asociación Centor Occidental. “Llevamos a cabo un relevamiento de la población para descubrir qué familias sufrían faltantes de alimentos, y entonces escogimos las más afectadas”, explicó.
Al mismo tiempo, González destacó el apoyo de la comunidad adventista de Medellín, que se movilizó para ayudar a la población de Bajo Cauca. “Les contamos de la situación de nuestros hermanos a los miembros de iglesia de Medellín”, dijo González, “y ellos nos dieron dinero y alimentos. Fue una bendición tan grande que todo hayan venido a ayudar”, dijo.
Al notar cuán importante es estar preparado para emergencias, ADRA ha comenzado a trabajar en un proyecto denominado Plan José, que busca tener reservas de alimentos en cada una de las iglesias, siguiendo las pautas de las agencias de emergencia. La idea es que, cuando surjan dificultades, las congregaciones mismas puedan contribuir para apoyar las iniciativas asistenciales, dijeron los líderes.
Las familias ayudadas se mostraron agradecidas por el apoyo recibido, explicó Guzmán. “La iniciativa de distribución de alimentos les resultó una bendición y les permitió tener un descanso en medio de la difícil situación que están atravesando”.
Miembros de iglesias voluntarios seleccionan los alimentos antes de distribuirlos en los pueblos afectados por las rutas bloqueadas en el norte de Colombia. [Fotografía: ADRA Colombia]
Un programa para una mejor calidad de vida
Las iniciativas que buscan brindar seguridad alimentaria a las familias vulnerables están marcando una diferencia concreta en la vida de los que más lo necesitan, dijeron los líderes de ADRA Colombia.
“Solía desear que mis hijos se despertaran tarde para poder ahorrarme una comida”, dijo Betzabeth Barragán, madre de tres niños en Medellín, y quien trabaja reciclando basura para sustentar a su familia. A pesar de trabajar duro, a Barragán se le hace difícil acceder a alimentos adecuados.
A pesar de su tremenda necesidad, Barragán cumple con su trabajo con dedicación y compromiso. Una de sus mayores emociones, dice, es cuando encuentra ropas descartadas. “Cuando mis hijos me ven regresar a casa, lo primero que me dicen es: ‘Mamá, ¿qué me trajiste?’ Y si saco ropas, se entusiasman porque, para ellos, son nuevas”, dijo.
Cierto día, mientras trabajaba, recibido un llamado de ADRA Colombia. Se le informó que ella y su familia estaban en una lista de personas que recibirían ayuda alimentaria. “Me entusiasmé mucho, aunque no estaba seguro quién era que estaba llamando”, contó.
Voluntarios de ADRA reúnen todas las bolsas de alimentos para distribuirlas en las comunidades afectadas por los bloqueos de ruta. [Fotografía: ADRA Colombia]
Barragán dijo que se le hizo muy difícil entender que alguien pudiera interesarse en su situación y brindarle una mano de ayuda en medio de su necesidad. A partir de ese momento, todo cambió.
Gracias a la ayuda que recibió Barragán, su familia dejó de acostarse con hambre. Y la ayuda de ADRA no terminó con los alimentos que le dio. Barragán contó que a sus hijos les planificaron citas con nutricionistas. ADRA también brindó ayuda médica a toda la familia, mejorando así el acceso de ellos a la atención de salud.
Una iniciativa de ADRA durante todo un año
Esta iniciativa de ADRA es parte del Programa SASVEN de la agencia, que desde abril de 2022 a marzo de 2023 ha beneficiado a más de 24 mil personas en Colombia. Según las cifras de ADRA, 12.715 personas han recibido ayuda alimentaria en forma de comidas preparadas en Bucaramanga, mientras que 7252 personas se han beneficiado en los corredores migratorios de Santander, con atención médica como primera respuesta. Al mismo tiempo, 10.820 beneficiarios han sido atendidos en consultas médicas generales.
Betzabeth Barragán, beneficiaria de la iniciativa SASVEN de ADRA Colombia, ha estado ayudando a miles de familias de Colombia y Venezuela en varias ciudades septentrionales con bolsas de alimentos, comidas y atención médica gratuita durante meses. [Fotografía: ADRA Colombia]
El programa SASVEN ha mostrado ser una herramienta efectiva para mejorar la calidad de vida de las familias migrantes venezolanas y colombianas, dijeron los líderes regionales. La dedicación y el compromiso de ADRA con su trabajo ha cambiado la realidad de muchas familias como la de Barragán, dándoles esperanza y un futuro más saludable.
“Si hay algo por lo que debo agradecer a ADRA es que puso fin a una situación en la que mis hijos y yo no teníamos nada que comer”, dijo. “ADRA es para mí la seguridad que nunca tuve, la esperanza que pensé que había perdido, y para mis niños y para mí, el amor que necesitábamos”.