Las editoras adventistas de todo el mundo ya están trabajando en los ajustes para la publicación masiva del libro El conflicto de los siglos, de la autora Elena White, que debe comenzarse a imprimir en los próximos meses. Una de las obras más conocidas de la autora, considerada profetisa por los adventistas, así como lo fueron los profetas bíblicos, será distribuida en 2023 y 2024.
Bautizado como Proyecto El conflicto de los siglos 2.0, el objetivo del esfuerzo global es que el título esté disponible integralmente en más de 80 idiomas para dar respuestas y despertar a las personas para conocer la voluntad de Dios para la humanidad en los últimos capítulos de la historia de este mundo.
Desde que fue escrita y publicada por primera vez, la obra ha cambiado la vida de miles de personas alrededor del mundo. Fue lo que ocurrió con la familia Kent. En 1890, Tom tuvo que enterrar a su esposa. La neumonía que acometió contra ella fue fatal. Pero antes de descansar, le pidió que se preparara para reencontrarse en el cielo, y que hiciera todo lo posible para que sus hijos también estuvieran allá.
Tom no sabía cómo cumplir esa promesa. Seis años después, un hombre llegó hasta su propiedad y comenzaron a conversar. Entonces, recibió un ejemplar de El conflicto de los siglos. Comenzó a leerlo y se dio cuenta de su compatibilidad con la Biblia. Después de estudiarla, aceptó esas enseñanzas y encontró el consuelo que buscaba.
El granjero compartió ese mensaje con sus hijos, que también lo aceptaron. Todos comenzaron a contárselo a otras personas, incluso a los vecinos. Otras cinco familias fueron impactadas por el texto y se convirtieron en adventistas del séptimo día. “Ese fue mi tatarabuelo”, contó el pastor Anthony Kent, secretario ministerial asociado de la sede mundial adventista, a los participantes del 61er Congreso de la Asociación General en la noche del viernes 10 de junio. “La transformación de nuestra familia fue extraordinaria. Fue visible cómo era antes y después de la llegada de este libro”.
Ante un estadio repleto, el pastor Almir Marroni, director de Publicaciones de la sede mundial adventista, invitó a los participantes a orar por la dedicación de los ejemplares que estaban en el escenario y por las personas en todo el planeta que tendrán contacto con la obra en los próximos años. “Aquí están las personas con sus vestimentas tradicionales; de Medio Oriente, Asia, África y de las Américas, representando a todo el planeta. Eso es lo que planeamos y soñamos: alcanzar al mundo con la literatura”, dijo, al lado de quienes estaban con él.
Un libro que debe ser entregado
El pastor Ted Wilson, presidente mundial de la denominación, oró por el proyecto, por los libros y por quienes estarán involucrados, de una u otra forma, en la proclamación de este mensaje. Después de que el programa fue transmitido integralmente, diversas personas reaccionaron a la iniciativa de la Iglesia. “Qué momento solemne. Gracias, Señor, por la dirección del Espíritu Santo en la vida de los líderes de su Iglesia. Y que desde ya, el Espíritu Santo trabaje y use cada corazón que recibirá este libro”, escribió Solange Bertolla en YouTube.
“Dos años seguidos. Imagine la verdad en la casa de mucha gente, la verdad presente en los corazones, entendiendo este escenario”, destacó Dilma Rodrigues de Lima. Durante su sermón en la mañana del sábado 11, Wilson levantó el libro y subrayó lo que, desde el principio, la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha reafirmado.
“Este libro no es la Biblia. Creemos que la Biblia es nuestra única regla de fe y nuestro fundamento. Pero el espíritu de profecía (conjunto de obras de Elena de White, que los adventistas creen que son inspirados por Dios), incluido El conflicto de los siglos, son mensajes dados por Dios a través de su sierva, Elena de White. Creo que el espíritu de profecía es uno de los grandes dones dados a la iglesia para volver nuestra visión hacia la Biblia y para señalar hacia Jesús, que es la palabra viva”, afirmó. “Ella misma dijo que quería que este libro circulara más que cualquier otro libro que ella haya escrito. Dios quiere que entreguemos la verdad a las personas”.