Centenares de estudiantes de la Escuela Adventista del Séptimo Día Islas Vírgenes Británicas, en Tórtola, continúan haciendo su contribución a la comunidad y ayudando financieramente a la escuela, gracias a los cursos sobre ciencias agrícolas que enseñan a hacer elecciones saludables sobre estilo de vida y promueven una forma de vida sustentable.
Los estudiantes de escuela primaria se involucran en la siembra de vegetales; mientras que los estudiantes del octavo al doceavo grado plantan, estudian y experimentan con una variedad de semillas, además de participar en la cría de gallinas, a través de sus clases electivas.
[Imagen: Escuela ASD BVI]
La maestra de ciencias agrícolas, Lisa Peters-Powell, dijo que toda la escuela se siente emocionada respecto a esta iniciativa y la forma como eleva la educación de los estudiantes a un nivel más alto. “El programa de agricultura tiene la intención de desarrollar las habilidades que se necesitan en sus carreras futuras y de poner en práctica lo que han aprendido en el aula de clase”, dijo.
A los estudiantes se les permite tomar una muestra de su arduo trabajo después de la cosecha; la mayor parte de la producción se vende y las ganancias regresan a la escuela, explicó la maestra Peters-Powell. Los estudiantes aprenden a sembrar y cosechar, a manejar los primeros brotes de las plantas y a preservar las semillas, añadió. “Los estudiantes llevarán consigo estos conocimientos y experiencia durante toda su vida y hasta podrán enseñárselos a sus hijos”, dijo. Esta experiencia permite además conexiones con la comunidad local.
“Los estudiantes de grados más avanzados se relacionan bien con la comunidad al vender sus productos vegetales y gallinas en varias zonas de la misma. Hacen contacto con los padres y otras personas y se anuncia también a la comunidad adventista que hay productos agrícolas a la venta”, dijo la maestra Peters-Powell. “Ha sido una gran ayuda para la comunidad y la escuela. Esta es realmente una experiencia transformadora”. Las sonrisas de los estudiantes que participan en el programa hablan por sí mismas”, añadió.
Estudiante revisa lechugas creciendo en cajas contenedoras. [Imagen: Escuela ASD BVIl]
El entusiasmo de Jade Smith fue evidente. Ella es una estudiante del último año inscrita en este curso. “Las dos lecciones que llevaré conmigo tienen que ver con producción avícola y siembra de productos vegetales; los métodos orgánicos e inorgánicos”, dijo.
La valoración práctica en relación con temas relacionados con la ciencia fue de gran utilidad para la estudiante de ultimo grado, Jada Barnwell, quien declaró que le habían impresionado las técnicas de crianza avícola y su nueva habilidad para identificar toda clase de plantas.
Delroy Prince, estudiante en su último año de nivel secundario, se sintió inspirado por el aspecto práctico de la enseñanza y añadió: “Aprendí mucho acerca de la venta de productos agrícolas, lo cual me impactó, porque no me daba cuenta de la forma como las cuentas y otras diferentes materias quedan incorporadas a la agricultura”.
Shadae Brewley, otra estudiante de último grado, dijo que apreciaba la creatividad de la maestra, así como la relación vital entre la agricultura y el consumo. “Aprendí cómo criar gallinas y cuán importante es realmente la agricultura para nosotros”.
[Imagen: Escuela ASD BVI]
De acuerdo con la maestra Peters-Powell, la clase de último grado evaluó recientemente el índice de crecimiento de cebollines o cebollas de verdeo usando tanto estiércol vacuno, como fertilizante sintético. Los resultados de su investigación son parte del criterio de evaluación de la escuela para los exámenes del 2022 al 2023. La investigación llevada a cabo por estudiantes graduandos se hizo mayormente para el Concilio de Exámenes de Nivel Secundario del Caribe (CSEC), conocido también como CXC, dijo. “La escuela utiliza también dichos resultados para guiar sus prácticas de horticultura y cría de animales”.
Las ciencias agrícolas forman parte de los exámenes al dejar la escuela, ofrecidos por el CSEC; y la Escuela Adventista BVI ha gozado de un 100 por ciento de tasa de aprobación de sus estudiantes desde 2014, informó la maestra Peters-Powell. Menciona que tal índice de aprobación por parte de la escuela puede atribuirse a la constante orientación de Dios y los métodos de enseñanza trazados en la Biblia, que le han permitido ayudar sus alumnos a lograr sus objetivos individuales.
El programa de ciencias satisfice los requerimientos que el CSEC y el gobierno de las Islas Vírgenes Británicas han fijado a las entidades educativas participantes para mantener un huerto dinámico en cada centro de aprendizaje, añadió.
El conocimiento y habilidades aprendidos a través del programa continúan marcando una gran diferencia en la vida de maestros, estudiantes y la comunidad, dijeron los directivos de la escuela.
Una estudiante revisa e introduce un pollito a una incubadora en la escuela. [Imagen: Escuela ASD BVI]
“Nos entusiasman no solamente las oportunidades educativas que brinda el programa, sino también la oportunidad de preservar el legado agrícola”, dijo Wade Tobin, director de la Escuela Adventista del Séptimo Día BVI. “Hemos sido parte de una comunidad agrícola y es un honor llevar adelante la tradición de nuestros fundadores”.
La Escuela Adventista del Séptimo Día BVI, en Tórtola, cuenta con 300 estudiantes desde Jardín de Niños hasta el doceavo grado. Esta escuela se estableció en 1954, como escuela de nivel primario y ha añadido una división de escuela de nivel secundario en 2007.