Estudios bíblicos conducen personas al bautismo y al discipulado

Marise Farias Mateus ha dedicado los últimos años de su vida a hablar de Cristo a otras personas a tiempo completo. Su amor es tan grande que incluso fundó una iglesia después de estudiar la Biblia y descubrir que se debía guardar el sábado, el séptimo día. Y eso fue lo que comenzó a enseñar.

Un día, recibió la visita de una persona que se impresionó con el hecho de que esa iglesia, que tenía como base otra denominación cristiana que guardaba el domingo, estaba observando el sábado. Así, Marise fue invitada a conocer a un pastor adventista. Cuando el encuentro ocurrió, ella recibió libros y decidió profundizar en las creencias bíblicas de los adventistas.

“Comencé a estudiar más, pero sola”, describe al decir que buscaba no ser influenciada. Día tras día, fue descubriendo nuevas enseñanzas en la Biblia y las compartía con su congregación. Cuando llegó la pandemia, y en medio de otras situaciones que la preocupaban, llamó a ese pastor. Su mensaje fue directo: “¿Será que la Iglesia Adventista acepta a todo este grupo?”. Para su alegría, la respuesta fue positiva.

Así, Cleber Acels, un anciano de otro templo adventista, fue enviado a apoyarlos. Anteriormente, él había estado orando para poder estudiar la Biblia con alguien. De esta manera, Marise y otras 32 personas se bautizaron, y la iglesia cambió de nombre.

Una red formada para salvar

Pocos años antes, Andréia Faria era parte de la denominación fundada por Marise, pero estaba alejada. Al escuchar los relatos de su hermana sobre la Iglesia Adventista a la que ahora asistía, decidió visitarla para entender todo lo que esos miembros habían descubierto. Como resultado del nuevo estudio que hizo con la propia Marise, se bautizó este viernes, 5 de noviembre, en el Concilio Anual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día para ocho países sudamericanos, que se está llevando a cabo en Brasilia.

Cleber Acels y Marise, al fondo, ven el bautismo de Andréia. (Foto: Gustavo Leighton)

Este encuentro reúne a administradores, pastores distritales y miembros voluntarios que discuten iniciativas para fortalecer áreas como evangelismo para los próximos años. También se muestran el crecimiento y los desafíos de la denominación en varios frentes y se presentan estrategias para que más personas conozcan a Cristo. Este año también se fortalecerán los cuatro énfasis definidos para el quinquenio de 2021 a 2025: Escuela Sabática y Grupos Pequeños, Estudios Bíblicos, que se destacó en el primer día de la reunión; Nuevas Generaciones y Ancianato.

“Queremos tener 1 millón de miembros dando estudios bíblicos. Dar estudios bíblicos es un proyecto de origen celestial, y Dios solo necesita una cosa: un ser humano disponible”, señala el pastor Herbert Boger, director del Ministerio Personal de la Iglesia Adventista para ocho países sudamericanos.

Con una guía de estudios reformulada en español y una nueva en portugués, ahora el discipulado se presenta durante todo el transcurso de conocimiento sobre la Biblia. El objetivo es que el alumno entienda que también es necesario enseñar sobre Cristo a otras personas. Por eso, cuando alguien se bautiza, el plan es que quien lo llevó al bautismo forme una pareja misionera con la persona para que alguien más conozca sobre Jesús.

Cambio de vida; cambio de vidas

Es justamente lo que hizo Eduardo Dueñas. Él estaba desanimado en su fe e incluso pensó en dejar la Iglesia Adventista. Una invitación a participar de un seminario fue lo que lo hizo entender que, además de estudiar la Biblia, necesitaba compartir ese conocimiento con otras personas. Así, su pastor lo incentivó a dar estudios bíblicos y participar del Proyecto 100.

El pastor Enzo Chávez, presidente de la Iglesia Adventista para el sur de Perú, explica las bases prácticas del Proyecto 100. (Foto: Gustavo Leighton)

Esta iniciativa, dirigida por la Iglesia Adventista en el sur de Perú, ha incentivado a cada distrito pastoral a tener al menos 100 instructores bíblicos. “Comencé a estudiar la Biblia con algunos de mis vecinos. Me di cuenta de que mi vida espiritual mejoró significativamente”, cuenta Dueñas.

Sabina Torres es una de las personas con quienes él estudió. La enfermera se interesó al ver la transformación de vida por la que pasó Marco Estrada, su vecino, luego de conocer a Jesús. Antes de eso, él vivía por las calles, estaba involucrado en delitos y era adicto al alcohol y las drogas. Dueñas fue justamente quien le dio atención y le mostró que su vida podría ser diferente.

Hoy, él y Estrada son una pareja misionera, y Sabina decidió bautizarse por la influencia de ellos. Durante el Concilio Anual, ella dijo que ahora necesita dar estudios bíblicos a otras personas, como sus compañeros de trabajo y familiares, y que ya tiene una pareja misionera para que eso ocurra.

Dueñas (izquierda) acompaña al pastor Herbert Boger durante el momento en el que Sabina cuenta sobre su deseo de entregar su vida a Cristo. (Foto: Gustavo Leighton)

“Necesitamos involucrarnos y dar estudios bíblicos. Necesitamos orar al Señor para que él nos muestre las personas a quienes debemos darles estudios bíblicos. Necesitamos vivir eso e invitar a otras personas a hacerlo”, convocó el pastor Stanley Arco, presidente de la Iglesia Adventista para ocho países de Sudamérica, desde el bautisterio después de bautizar a Sabina.