Importancia del Manual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día
En su 61er Congreso Mundial, realizado en 2022 en St. Louis, Estados Unidos, la Iglesia Adventista aprobó nuevas alteraciones en su Manual. La nueva versión está disponible para descarga.
¿Por qué un manual?
El Manual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene un papel importante. Nos recuerda el propósito de la Iglesia, su organización local y la relación con la denominación en todo el mundo. También describe los diferentes departamentos y ministerios que deben desempeñarse a nivel local y el objetivo principal de la existencia de la Iglesia de servir a la comunidad y hacer discípulos.
En el primer capítulo del Manual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, esa pregunta está respondida: “Dios es un Dios de orden, tal como se evidencia en sus obras de creación y redención. Por lo tanto, el orden pertenece a la esencia de su iglesia. El orden se alcanza por medio de principios y normas que guían a la Iglesia en sus operaciones internas y en el cumplimiento de su misión al mundo. Para que sea una organización eclesiástica exitosa, al servicio del Señor y de la humanidad, necesita orden, reglamentos y disciplina. Las Escrituras afirman: ‘Hágase todo decentemente y con orden’” (1 Cor. 14:40).1
De acuerdo con el pastor Robert Pierson, expresidente mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día entre 1966 y 1979, “debemos tener reglamentos en el programa de la iglesia. Cada administrador y pastor ha experimentado la importancia del Manual de la Iglesia o del libro de reglamentos para encontrar consejos al enfrentar decisiones difíciles”.2
El Manual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día trata de la organización y autoridad de la Iglesia; de la reglamentación del trabajo pastoral; del funcionamiento de las congregaciones y de lo que significa ser, en la práctica, un miembro adventista (deberes y responsabilidades). Además, aborda con detalles el proceso de discipulado, aspectos relacionados al culto, la liturgia, las normas de vida cristianas, entre otros temas relacionados a lo cotidiano de las congregaciones, como la disciplina eclesiástica y reglamentar el funcionamiento de todos los ministerios activos en la iglesia local.
Al comienzo del movimiento adventista, sus líderes no producían con rapidez un libro con reglas de gobierno para la Iglesia3. Aunque la Asociación General, la sede mundial de la denominación, se reunía todos los años en aquel tiempo, y los delegados tomaban decisiones con relación a la vida y el orden de la iglesia, ellos temían que un manual volviera muy formal a la iglesia sea y privara a sus pastores de la libertad de tomar decisiones de acuerdo con su preferencia.
Cambio de ruta
Una investigación de la Adventist Review, de 1882-1883, indicó que esa nueva iglesia trabajaba arduamente para desarrollar un consenso en asuntos de organización de la iglesia, enseñanza y práctica. Una considerable diversidad de práctica, y a veces marcada por confusión entre las iglesias.4
Como la Iglesia comenzó a crecer rápidamente alrededor del mundo, en el comienzo del siglo 20, ella reconoció la necesidad de un manual para el uso de los pastores y miembros. “En 1931, la Junta Directiva de la Asociación General acordó publicar un Manual de la Iglesia. J. L. McElhany, que posteriormente fue presidente de la Asociación General, preparó el manuscrito, que fue publicado en 1932”.5
El prefacio de la primera edición afirmaba que “se hace cada vez más evidente la necesidad de un manual sobre el gobierno de la iglesia, para establecer y preservar nuestras normas y prácticas denominacionales. […] No hay un intento de crear e imponer repentinamente un modelo completo de gobierno eclesiástico. Se trata, más bien, de un esfuerzo realizado, primeramente, para preservar todos los buenos acuerdos adoptados a través de los años y, luego, añadir otros reglamentos requeridos por el progreso y complejidad crecientes de la iglesia”.6
Autoridad y función del Manual de la Iglesia
El Manual de la Iglesia “describe la operación y las funciones de las iglesias locales, y su relación con las estructuras denominacionales en las que tienen su membrecía. El Manual de la Iglesia también expresa la comprensión que la Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene de la vida cristiana, del gobierno de la iglesia y de la disciplina, basada en principios bíblicos y en la autoridad de los congresos de la Asociación General debidamente constituidos. ‘Dios ordenó que tengan autoridad los representantes de su iglesia de todas partes de la tierra, cuando están reunidos en el congreso de la Asociación General’” (Joyas de los testimonios, t. 3, p. 450)”.7
El Manual de la Iglesia está dividido en dos partes. “El contenido de cada capítulo es de valor mundial y se aplica a toda organización, congregación y miembro de la iglesia”.8 Ya las notas ofrecen explicaciones adicionales y específicas para diferentes partes del mundo.
Las normas y prácticas de la Iglesia se basan en los principios de las Sagradas Escrituras. Esos principios, resaltados por los escritos de Elena de White, están expuestos en este Manual de la Iglesia. Deben ser adoptados en todos los temas relacionados a la administración y el funcionamiento de las iglesias locales.
El Manual de la Iglesia también define la relación existente entre la congregación local y la Asociación (una sede regional) y otras entidades de la organización denominacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. No debe hacerse ningún intento para establecer las pruebas de discipulado o para crear o intentar imponer reglas o reglamentos para el funcionamiento de la iglesia local que sean contrarios a las decisiones adoptadas por el Congreso de la Asociación General, las cuales están demostradas en este Manual de la Iglesia.9
En sus sesiones mundiales, la Iglesia ha hecho cambios y actualizaciones en su manual. En 1946 votó que “Todos los cambios o las revisiones de los reglamentos que deban hacerse en el Manual de la Iglesia deberán ser autorizados por un congreso de la Asociación General”.10
Aplicaciones
Desde el comienzo de su adopción, en 1932, “se estableció que el manual serviría como una guía en asuntos de administración de la iglesia. No se estableció para instituir prácticas denominacionales, sino para preservarlas”.11
“Los oficiales, los líderes, los pastores y los miembros de la iglesia deben recurrir a la Asociación/Misión/Campo local en busca de consejo acerca del funcionamiento de su congregación o cuando surjan preguntas relacionadas con el Manual de la Iglesia. Si no se logra un entendimiento o acuerdo, el asunto deberá referirse a la Unión, para su aclaración”.12
La práctica que procedente de la iglesia local, la experiencia de pastores y líderes, con mucha oración y estudio de la Biblia y de los escritos de Elena de White, produjo el Manual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Es el fruto de una larga historia de dedicación y compromiso en el trabajo de Dios.
Más que regular las actividades eclesiásticas, ayuda a fortalecer el trabajo de la iglesia local. Que Dios ayude a cada miembro adventista y a cada líder en consulta con ese conjunto de directrices y nomas para el crecimiento espiritual y para ser más eficiente en el cumplimiento de la misión. El objetivo es muy claro: llevar el mensaje del evangelio y preparar a un pueblo para el pronto regreso de Jesús.
Gerson Pereira dos Santos es secretario asociado de la sede mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Referencias:
[1] Manual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día – 8ª ed., Florida, Bs. As., Asociación Casa Editora Sudamericana, 2022, p. 17.
[2] Pierson, Robert H. The Letter of the Law, Ministry Magazine, November 1964.
[3] Manual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día – 8ª ed., Florida, Bs. As., Asociación Casa Editora Sudamericana, 2022, p. 17.
[4] Valentine, Gilbert M. The Stop-Start Journey on the Road to a Church Manual, Ministry Magazine April 1999.
[5] Manual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día – 8ª ed., Florida, Bs. As., Asociación Casa Editora Sudamericana, 2022, p. 18.
[6] Ibid.
[7] Ibid.
[8] Ibid.., p. 19.
[9] Ibid.
[10] Ibid.
[11] Valentine, April 1999.
[12] Manual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día – 8ª ed., Florida, Bs. As., Asociación Casa Editora Sudamericana, 2022, pp. 20-21.