La Asociación Ministerial cumple un siglo de apoyo a pastores y miembros

Hace 100 años, la Iglesia Adventista del Séptimo Día tenía un desafío delante de ella. Necesitaba acompañar de forma más directa a sus pastores y elaborar estrategias para su desarrollo, tanto en el ámbito personal como en lo que respectaba a su ministerio. Fue entonces que, el 26 de mayo de 1922, nació la Asociación Ministerial para atender esta demanda.

Ese año, el pastor Arthur G. Daniells fue elegido para desempeñarse como el primer secretario ministerial, después de servir por 21 años como presidente de la Asociación General (la mayor instancia administrativa de la denominación a nivel mundial). Al final de la década de 1920, todas las oficinas administrativas de la Iglesia Adventista ya contaban con alguien que ocupaba el cargo. Aquí en Sudamérica, el primero en asumirlo fue el entonces secretario de la denominación en el territorio, el pastor J. W. Westphal, electo el 29 de marzo de 1924.

Desde su creación, la Asociación Ministerial pasó por fases de estructuración, desarrollando reflexión y especialización. A lo largo de ese periodo, sus objetivos y metodologías se fueron expandiendo y mejorando. Se publicaron diversos libros, manuales y periódicos para servir a sus propósitos, como la revista Ministry (Ministerio), por ejemplo, que existe hasta hoy.

Reavivamiento y misión

En la actualidad, la Asociación Ministerial es responsable del acompañamiento a los pastores y sus familias, diáconos y diaconisas, ancianos, alumnos de teología y pastores jubilados. En su discurso durante las reuniones de la Junta Directiva Plenaria de la Iglesia en Sudamérica este domingo 15, el secretario ministerial para el territorio, el pastor Lucas Alves, enfatizó que la Asociación está comprometida con el “desarrollo integral de estos líderes, o sea, su crecimiento en diversas áreas. Nuestro trabajo tiene como objetivo el reavivamiento de estos líderes, para que nunca desvíen su enfoque de la misión”.

Apoyo al ancianato

En el vocabulario adventista, el anciano es un miembro elegido para actuar lado a lado con el pastor en el liderazgo de la iglesia local. Dada la relevancia de este papel en el contexto general de la denominación, el ancianato fue votado, en 2021, como uno de los énfasis de la Iglesia para el quinquenio. Esto significa que muchos esfuerzos serían (y de hecho lo vienen siendo) dedicados a su desarrollo.

Al hablar sobre el tema durante la Junta Directiva, el secretario asociado de la Asociación Ministerial en el territorio sudamericano, el pastor Josué Espinoza reforzó: “Nosotros inspiramos, orientamos y damos herramientas para que los ancianos desempeñen cada vez mejor su trabajo. Apoyamos las iniciativas locales en favor de ellos, como el pastoreo, la educación continua y proyectos de capacitación”, declara.

En su evaluación de los resultados de estas iniciativas, el pastor Josué afirma que existen “progresos notorios en distintas áreas, como el crecimiento espiritual, el liderazgo y la administración de la Iglesia. Hoy tenemos ancianos mejor preparados para cumplir su ministerio”.