Delver Herrera, un joven arquitecto de 28 años, experimentó la experiencia de un año en misión en Salvador, Bahía - Brasil. Es adventista de nacimiento, natural de Bagua Grande del nor oriente del Perú. Renunció a su trabajo para llevar y plantar la semilla de la Palabra de Dios.
Durante este tiempo juntamente con un equipo de voluntarios de diversos países de Sudamerica, desarrollaron un Centro de Influencia denominado "Hope Life" donde trabajaron la metodología de Jesús para relacionarse con la comunidad y atender sus necesidades. Ellos promovieron diferentes actividades y talleres como: Música, Cocina saludable, Psicología, Redes Sociales, Mini Spa y Aula de idiomas. Donde 100 personas asistirán y participarán con frecuencia.
"Estuve 24 horas respirando la misión, prefirió en cómo ser intencional para llevar personas para Cristo. Esta experiencia marcó mi vida y me ayudó en mi vida integral" comenta Delver, voluntario del proyecto Un Año en Misión (OYiM) . Durante su labor en este lugar aprendió como debe ser un cristiano, como ser intencional, más servicial y sobre todo un ángel para otras personas que no conocen a Cristo.

Mediante su vocación habilitó espacios e infraestructuras para el centro de influencia. Sin embargo, tuvo que adaptarse a la nueva realidad. De arquitecto a maestro en la cocina, enseñando recetas saludables, platos de fondo, postres, entre otros. Resaltando siempre los beneficios de estas delicias para la salud.
Como resultado 11 personas decidieron ser bautizadas. También se abrió un Club de Conquistadores con 30 adolescentes, donde el 99% no es adventista, y un Club de Aventureros integrado por 15 niños y 7 familias no adventistas. Los participantes en la actualidad asisten a las actividades de la Iglesia Adventista. Ellos ya tienen la semilla del evangelio en sus corazones y se espera que pronto puedan decidir seguir a Cristo mediante el bautismo.

El proyecto "Hope Life" continuará el año 2023, y ya han capacitado a los miembros de la iglesia en los diferentes talleres. La comunidad agradece a los voluntarios por la labor de amor y servicio que realizó durante este año. Delver invita a otros jóvenes a involucrarse en este proyecto y dedicar un año en misión, para ser bendición en otros lugares y plantar la semilla del evangelio.
