Médicos voluntarios viajan al otro lado del mundo para atender a sirios y libaneses

Antes de las 08:00, los brasileños de la Asociación de Médicos Adventistas (AMA) ya estaban listos para enfrentar un día entero de trabajo voluntario en Medio Oriente. El día laboral recién terminaba al final de la tarde, alrededor de las 18:00, cuando el grupo regresaba al alojamiento, en la ciudad de Majdal Anjar, ubicada a 70 kilómetros de la capital del Líbano, Beirut. El grupo salió desde São Paulo rumbo a Asia, para brindar atención a la salud de sirios y libaneses, y regresó a Brasil después de 15 días de trabajo voluntario. Los profesionales de la salud realizaron consultas de forma gratuita a miles de personas.

El proyecto “AMA en Líbano” llevó a 11 voluntarios entre médicos, fisioterapeutas, dentistas, enfermeras y otros profesionales. La Asociación de Médicos Adventistas tuvo el apoyo del proyecto Winners, cuya traducción significa “vencedores”. El proyecto, liderado por el brasileño Helder Cavalcanti, hace justicia a su nombre y ayuda a niños sirios y libaneses a desarrollarse física, emocional e intelectualmente con clases gratuitas de fútbol, costura, computación e idiomas.

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Helder apoyó al equipo de AMA proporcionando hospedaje y con la logística en Majdal Anjar, ciudad situada cerca de la frontera con Siria. “Los proyectos que recibimos en el Líbano tienen una característica especial: además de la excelente calidad técnica, demuestran amor por las personas y eso hace toda la diferencia. Como la cantidad de refugiados es mucha, siempre hay personas en necesidad y cada grupo que pasa puede atenderlas directamente”, agrega Cavalcanti.

La población del Líbano es de aproximadamente 5.5 millones de habitantes, donde 1.1 millón son sirios que se refugiaron en el Líbano para intentar vivir en el país, lejos de la guerra civil que inició en 2011 y aún está en curso. El presidente de AMA, el doctor Fabiano Luz, ha participado de muchas actividades de este tipo en Brasil y el mundo, pero el proyecto en el Líbano fue muy especial. “Allí pudimos atender refugiados de guerra, personas sin un hogar definitivo, sin amparo y que pasa por mucho sufrimiento. Poder separar un tiempo para servir al prójimo me hizo sentir parte de la obra que Jesús realizó cuando estuvo aquí”, relata el médico.

El grupo ya planifica próximos viajes misioneros por Brasil. (Foto: AMA)

Uno de los directores de AMA, el doctor Edson Jara, fue el coordinador del viaje. En menos de un año, él fue al Líbano dos veces y regresó a Brasil muy agradecido por las oportunidades. “Una actividad como esta demuestra en la práctica el amor de Dios, el cariño que él tiene por cada persona. Poder dar orientaciones de salud y atender personas carenciadas es como plantar una semilla del evangelio, porque surge la oportunidad de abrazar a esas personas, de mirarlas a los ojos, dar una sonrisa y escuchar sus angustias. Eso nos hace desarrollar el amor, el cariño, la amistad y sentir de forma real la presencia de Dios”, afirmó.

Consultas para miles de sirios y libaneses

Las consultas se realizaron en el edificio de la alcaldía de Majdal Anjar y en un puesto de salud, cercano a la alcaldía. En ambos lugares, la Asociación de Médicos Adventistas realizó 1.150 consultas, en las que la mayoría de los pacientes fueron musulmanes. De estas consultas, 400 fueron del equipo de enfermería y recepción, 360 consultas médicas, 330 sesiones de fisioterapia y 60 consultas odontológicas.

Los niños y adultos recibieron consultas odontológicas gratuitas. (Foto: AMA)

“Decidimos llevar dinero para comprar remedios e insumos para los sirios y libaneses. De esa manera, no necesitamos cargar maletas repletas de remedios, que incluso con la documentación al día, podrían dar problemas en la aduana”, relata Jara. El líder del grupo voluntario también cuenta que lograron adquirir 4.600 dólares en remedios, esto es, cerca de 26 mil reales, en una distribuidora local, con precios bastante más baratos que en Brasil. De esa forma, los pacientes pasaban por la consulta y, si era necesario, recibían una prescripción médica y podían llevarse el medicamento sin costo alguno.

Los miembros de AMA regresaban al alojamiento alrededor de las 21:30, donde cenaban, hacían el culto y evaluaban los resultados de las experiencias del día para, luego, dormir. Los voluntarios encontraban algunas dificultades como el cansancio físico, temor por las noticias de ataques de guerra en el sur del Líbano, la barrera del idioma árabe que exigía traductores, etc. Pero todas fueron superadas con las nuevas amistades y por la satisfacción de poder ayudar a miles de personas necesitadas. Algunos profesionales de salud trajeron en las maletas de regreso a Brasil recuerdos que recibieron de los nuevos amigos, quienes les demostraron el cariño y afecto entre los brasileños, libaneses y sirios. Se prevé que los siguientes viajes de AMA  serán a Rio Grande do Sul, Amazonia y Guinea Bissau.