Mujer evangelista dedica todo su tiempo a la predicación después de recibir diagnóstico terminal
¿Qué haría usted si le dijeran que tiene solo algunos meses de vida? Rosilande Sperandio decidió dedicarse a la predicación del evangelio. Los cuatro meses de vida estimados por los médicos ya pasaron de dos años y ahora ella arma carpas en la calle, ayuda a dependientes químicos y enseña la Biblia a todos los que demuestran interés.
En 2020, Rosilande entró en una sala de cirugías después de haber sido acometida por una serie de problemas graves en su sistema digestivo. “El médico le dijo a su esposo que estaba haciendo la cirugía por honor al código de ética, pero que yo no saldría con vida”, recuerda la mujer.
Para sorpresa de todos, ella tuvo el alta hospitalaria y volvió a su casa. Sin embargo, al día siguiente su madre fue intubada como consecuencia del COVID-19, y falleció días después. No fue un período fácil, afirma. Pero su propósito de hablar de Jesús estaba firme, aun cuando le dieron la seguridad de que su vida terminaría.
“Yo estaba muy débil, pero oré a Dios y le pedí que me levantara”, cuenta. La oración fue la siguiente: “Si tú Señor me das fuerzas y me permites levantarme, yo puedo un poco más”. Su oración fue respondida, y ella dedica todo su tiempo para predicar; su pensamiento es: “La salvación es urgente y necesito anunciársela a todas las personas que pueda”.
Compró dos carpas desarmables y estableció su ministerio: predicar a las personas. Pero no solo predicar, sino enseñar a otros a evangelizar también. Para el pastor Rafael Rossi, evangelista en ocho países sudamericanos, “estar involucrado en la misión es la mejor manera de prepararse para el regreso de Jesús”.
Rossi refuerza cuán valioso es el método de Rose, como se la conoce en Cariacica, Espíritu Santo, Brasil. “Quién quiere dar estudios bíblicos y nunca participó de ese ministerio debería formar una pareja misionera con alguien que ya tenga experiencia en dar estudios bíblicos para aprender y sentirse más seguro de cómo hacerlo. Me gustan las fases de discipulado que Jesús usó en sus discípulos: (1) Ven y ve (2) Anda y hace”, afirma.
La carpa de esperanza
La mujer evangelista, que hoy dedica todo su tiempo a ese trabajo, elige puntos estratégicos de la ciudad para armar sus carpas. Según ella, muchas personas pasan a buscar lo que el cartel ofrece: carpa de esperanza. Rose y otras decenas de voluntarios del proyecto ayudan a las familias en las diversas necesidades.
Sin embargo, la principal actividad es enseñar la Biblia. Ella ya perdió la cuenta de cuántos estudios dio en los últimos tiempos. Además de la carpa, ella también va hasta la casa de las personas y atiende a los que demostraron interés por medio de la TV Nuevo Tiempo. Así, todos sus días los dedica al evangelismo.
Pero para abarcar tantos compromisos, ella enseña a otros a enseñar. “Las personas ya entran en el bautisterio como evangelistas”, resalta. Hoy, buena parte de las personas que trabajan con ella se bautizó por medio de las carpas y sus estudios bíblicos.
El énfasis, sin embargo, está en los jóvenes. Son 60 los que actúan en grupos de hasta siete personas para enseñar la Biblia a sus colegas. En uno de los puntos donde se arma la carpa, pronto nacerá un Club de Conquistadores.
“La misión de predicar el evangelio a todo el mundo fue dada por Dios a todos los que acepten las buenas nuevas de salvación. El que descubre la gracia es transformado por el amor de Dios y así comparte con otros la alegría de la nueva vida. Como tenemos una misión global, lo que Dios quiere es la participación de toda la iglesia. Predicar el evangelio no es la tarea solo de pastores, sino es responsabilidad de todos los cristianos”, enfatiza Rossi. Y Rose piensa de la misma manera.
Más de dos años después de su “sentencia de muerte”, ella afirma categóricamente su urgencia en predicar el evangelio. Según el evangelista, en los últimos seis meses, 40 personas fueron bautizadas por su trabajo. La expectativa es que, en el próximo fin de semana, 18 más pasen por esa ceremonia.
Bautismo de Primavera
Así como los cultos realizados por Rosilande en sus carpas, a partir de mañana comienza en todas las iglesias de ocho países de Sudamérica la Semana de la Esperanza. También incluye lo que se conoce como el Bautismo de Primavera. Ese proyecto comenzó en 1963, en Río de Janeiro y tiene el foco en los adolescentes. En ese evento, 48 de ellos fueron bautizados. De acuerdo con el pastor Rafael Rossi, desde entonces, más de un millón de personas fueron bautizadas en ese período.
Durante los días 17 al 24 de septiembre, las iglesias estarán preparadas para hablar sobre los últimos eventos que preceden al regreso de Jesús y el impacto en las vidas de cada individuo. Para participar, solo debes buscar el templo más cercano. La dirección puede encontrarse en el sitio encuentreunaiglesia.com