En el fin de semana del 26 al 28 de abril del presente, 130 mujeres procedentes de iglesias adventistas del séptimo día locales de toda la Unión Asociación de Japón, se reunieron en Kioto para un congreso de reavivamiento, crecimiento espiritual y servicio. Este evento fue organizado por la directora de ministerio de la mujer JUC, Mie Morita, siendo la primera gran convención en esa región desde la pandemia de COVID-19, dijeron los dirigentes regionales de la iglesia.
El tema “Refleja la Belleza; Somos Hijas de Dios”, se eligió cuidadosamente para ese fin de semana, descrito como “breve, pero poderoso”. Todos los detalles, desde las decoraciones, el escenario y los regalos, estuvieron a tono con el tema. El presidente de JUC, Yutaka Inada, abrió el congreso, invitando a las mujeres a dedicarse a sí mismas al Señor, al ser utilizadas por él para reflejar la belleza en sus iglesias locales.
Mie Morita, directora de ministerio de la mujer en la Unión Asociación de Japón y organizadora del evento. [Imagen: División Asia-Pacífico Norte]
[/caption]Algunas veces necesitamos que se nos recuerde cuánto nos ama y nos atesora nuestro Padre celestial; y cuántas grandes recompensas están incluidas en el privilegio de reflejar su belleza en el mundo.
Cómo reflejar la belleza
Los oradores invitados, Willy y Elaine Oliver, directores de ministerio de la familia en la Asociación General (AG) y la directora de ministerio de la mujer de la División Asia-Pacífico Norte, Raquel Arrais, presentaron temas pertinentes y relevantes para las mujeres. Trataron acerca de formas potenciales de reflejar la belleza en la familia a través de la oración, el servicio y la misión, amar al Señor (Sustento Espiritual), vivir gozosamente (Fortalecimiento) y servir alegremente (Servicio Misionero).
A través de un hermoso mensaje por video, la directora de ministerio de la mujer de la AG, Galina Stele, hizo un llamamiento a las mujeres a reflejar la belleza y servir a Jesús en el lugar donde se encuentren. Los corazones fueron tocados y no había ni un par de ojos que no estuviera lleno de lágrimas en varias de las sesiones, informaron los participantes.
Willy y Elaine Oliver, directores de ministerio de la familia en la Asociación General, presentan un mensaje sobre empoderamiento. [Imagen: División Asia-Pacífico Norte]
[/caption]El evento les permitió a las mujeres aprender unas de otras durante las sesiones de talleres de trabajo. Las mujeres aprendieron acerca de cómo relacionarse consigo mismas y otros en su vida diaria, iglesias y comunidades. Aprendieron también métodos de evangelización y cómo conectarse con las personas a su alrededor. Por 30 minutos las mujeres salieron a las calles y juntas en la misión, distribuyeron 3,200 panfletos con oraciones..
Durante esos tres días, oraron juntas, estudiaron la Palabra, celebraron el compañerismo y se alentaron unas a otras a reflejar la belleza de la vida cristiana, poniendo a Dios en primer lugar. Ciertamente, el congreso en Kioto tuvo un hermoso final, pero fue simplemente el inicio para las inspiradas mujeres al regresar a casa, a sus iglesias locales y compartir con otras lo que aprendieron con el resto de sus hermanas en su hermoso territorio.
La versión original de esta noticia se publicó en el sitio de noticias de la División Asia-Pacífico Norte.